El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró hoy que los “falsos” medios de comunicación de masas no quieren que use redes sociales como Twitter, al anticipar que seguirá tuiteando para poder dar a conocer a los ciudadanos su mensaje “honesto y sin filtros”.
Los “falsos” medios de comunicación de masas “están trabajando muy duro para tratar de que no use Redes Sociales. Ellos odian que yo pueda lanzar mi mensaje honesto y sin filtros”, tuiteó Trump.
“Lo siento amigos, pero si hubiera dependido de las FALSAS NOTICIAS de CNN, NBC, ABC, CBS, washpost (The Washington Post) o nytimes (The New York Times), habría tenido CERO probabilidades de ganar WH (la Casa Blanca)”, agregó el mandatario en otro tuit.
La afición de Trump a usar Twitter, sobre todo a primera y a última hora del día, para comentar y opinar de todo lo que le apetece sin consultar previamente con sus asesores no es nueva.
Desde hace tiempo, el equipo de comunicaciones de Trump y sus asesores están tratando de que el mandatario se contenga en Twitter, porque en muchas ocasiones el magnate contradice o rechaza en sus tuits el mensaje oficial que intenta transmitir la Casa Blanca sobre muy diversos temas.
Según publicó recientemente el diario The Wall Street Journal, la Casa Blanca estudia poner en manos de abogados la supervisión de los mensajes que Trump publica en su cuenta de Twitter.
Los últimos problemas por ese uso espontáneo de Twitter que hace Trump han venido por sus críticas hacia el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan.
Trump ha arremetido en Twitter contra Khan por su petición de calma a los ciudadanos tras el atentado del sábado en Londres, en el que murieron siete personas, y ha aprovechado ese ataque para insistir en la necesidad de que se apruebe su veto migratorio contra los ciudadanos de varios países musulmanes.
La primera versión de ese veto fue bloqueada por los tribunales y tuvo que ser sustituida por una segunda, proclamada el 6 de marzo y que ahora se encuentra bajo examen del Tribunal Supremo.
En sus mensajes en Twitter, en los que ahora defiende la “versión mucho más dura” de su primer veto migratorio, Trump ha insistido en utilizar la palabra “prohibición”, a pesar de que su equipo de comunicación evita ese término por considerarlo contraproducente para los argumentos a favor de la medida.