La agenda política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se vuelve un poco cuesta arriba tras los resultados de las elecciones de medio término, realizadas este martes, en la que los republicanos mantuvieron la mayoría en el Senado, pero perdieron la Cámara de Representantes, que será controlada por los demócratas, luego de ocho años de tener la minoría.
Sin embargo los republicanos aparentemente recobran un impulso al haber ampliado el número de curules en la Cámara Alta, lo cual no es del todo cierto, según los analistas.
El Senado no se renueva por completo, sino por tercios, y de los 35 escaños que se ponían en juego, 26 estaban en poder del Partido Demócrata. Por eso, las probabilidades de la oposición eran muy bajas: debía arrebatarle algunas bancas al oficialismo, pero no sucedió.
En cuanto a la renovación de un tercio del Senado, en el caso de Florida se dieron unos comicios muy cerrados, pero al final el republicano Rick Scott, gobernador saliente, le quitó el lugar al demócrata Bill Nielson, que era senador desde 2001. El resultado final fue por 50,2 a 49,8 por ciento a favor de Scott.
Lo mismo sucedió en Indiana, Missouri, Dakota del Norte y, posiblemente, en Montana, donde al cierre de esta nota aún no se conocía el resultado.
En Indiana, Mike Braun le ganó a Joe Donnelly, que estaba en el cargo desde 2013. En Missouri, Josh Hawley superó por 51,5% a 45,5% a la senadora Claire McCaskill, que ocupaba su banca desde 2007.
En Dakota del Norte, Kevin Cramer le dio un duro golpe a Heidi Heitkamp, en el puesto desde 2013. La victoria republicana fue por 11 puntos de ventaja. En Montana, con poco más del 80% de las mesas escrutadas, Matt Rosendale se encamina a sacar de la cámara alta a Jon Tester, en el poder desde hace 11 años.
El Partido Demócrata solo pudo robar una banca, en Nevada. Jacky Rosen se impuso por 49,7% a 46% al republicano Dean Heller, senador desde 2011.
Los republicanos lograron defender exitosamente Arizona, uno de los estados que estaban en riesgo porque Jeff Flake había decidido no buscar la reelección. Martha McSally, la candidata de su partido, se impuso a Kyrsten Sinema por unas centésimas.
En Texas el senador Ted Cruz era favorito a renovar, pero enfrentaba a Beto O’Rourke, una de las promesas demócratas. Cruz logró el objetivo, pero por un margen estrecho: 50,9 a 48,3 por ciento.
En la composición actual de la Cámara Alta, los republicanos tienen 51 bancas y los demócratas 49. Si se confirma el vuelco en Montana, la relación pasará a ser de 54 a 46.
En cuanto a la Cámara de Representantes, el Partido Demócrata logró un importante triunfo donde les arrebató al menos 26 lugares a sus rivales. A diferencia de lo que sucede en el Senado, se renueva la totalidad del cuerpo, que no se elige al nivel de los Estados, sino de distritos: son 435 en total, uno por cada representante.
Si bien hay números que podrían variar levemente porque faltan escrutar algunos votos, los demócratas se encaminan a ganar 15 de las 30 circunscripciones que tenían resultado incierto. Todas estaban en manos republicanas.
Los demócratas ganaron en Virginia, Nueva Jersey y en Pensilvania, y dos en California, Nueva York, Texas y Minnesota, entre otros. Los republicanos sólo lograron dar vuelta dos campos de batalla: uno en Minnesota y otro en Pensilvania.
En la cámara de representantes aún vigente, el Partido Republicano tiene 241 congresistas, y el Demócrata 194. Si se mantienen los resultados de las circunscripciones en las que continúa el conteo, la relación terminará siendo de 228 a 207 para los demócratas.