De acuerdo a las declaraciones realizadas por el testigo criteriado, alias Gabriel, durante la audiencia especial de anticipo de pruebas, en relación al caso de la masacre de los Jesuitas, fue Rodolfo Parker quien les dijo a los implicados que no podían declarar que seguían órdenes de altos mandos de la Fuerza Armada y del entonces presidente, Alfredo Cristiani, ofreciéndoles una gran suma de dinero a cambio de cargar con la culpa.
«Fue en ese momento que el licenciado Parker se levantó y les dijo que no podían declarar las cosas que le habían mencionado a él, porque no podían involucrar al presidente de la República (Cristiani) y a los miembros del alto mando (FAES). Les dijo que estaban involucrando a su compadre, quien ese momento estaba en funciones, sin decirnos a quién se refería, si era el presidente o alguno de los oficiales de alto rango involucrados», declaró el testigo.
Asimismo, dijo que el coronel Guillermo Alfredo Benavides Moreno, ordenó el asesinato del sacerdote Ignacio Ellacuría, el 16 de noviembre de 1989, en la UCA.