La alcaldía de Sonsonate, recuperó gracias al trabajo articulado con el Gobierno, territorio que dominaron las pandillas durante décadas, para regresarlo a los ciudadanos inocentes que se vieron privados de espacios de sano esparcimiento y desarrollo de la juventud.
Algunas de las zonas más estigmatizadas por las pandillas eran las colonias Sensunapán, Belén y Angélica, las cuales por sus características facilitaron que los delincuentes pudieran esconderse de las pandillas.
Sin embargo, con la administración del alcalde Rafael Arévalo, poniendo a disposición del Gobierno a todos los elementos del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), para que se unieran a los trabajos del Plan Control Territorial.