El Tribunal Supremo Electoral (TSE), realizó el pasado domingo un simulacro de las elecciones del 28 de febrero para verificar el funcionamiento de los sistemas que utilizarán para contar los votos, las cuales terminaron siendo un fracaso.
Únicamente un 1.54% de las actas del simulacro pudieron ser procesados con el nuevo sistema, a menos de un mes de las elecciones, generando fuertes críticas al TSE por no haber atendido a las advertencias de sus técnicos informáticos.
El magistrado del TSE, Julio Olivo reconoció el fracaso, sin embargo, aseguró que la culpable de no haber podido procesar las actas, fue la empresa que se encargó del transporte del equipo.