Los síntomas del cáncer pueden variar dependiendo del tipo y la localización de la enfermedad. Según el más reciente estudio, los pacientes pueden ser asintomáticos hasta etapas muy avanzadas.
Algunos de los síntomas que se hacen evidentes en la mayoría de los casos son: fatiga, fiebre, inapetencia, malestar general, pérdida de peso inexplicable, dolor, hemorragias, bultos inusuales y sudores.
Asimismo, el sudor y los calores nocturnos son uno de los signos más ignorados, debido a que es la manera en que el cuerpo baja su temperatura y ocurre por diferentes causas como cuando se está expuesto al calor, después del ejercicio, por cambios hormonales o cuando las personas se sienten ansiosas y estresadas.
Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, hay una diferencia entre sudoración, sofocos y sudores nocturnos. La sudoración, es el líquido creado por las glándulas sudoríparas en el cuerpo cuando se libera calor por medio de la piel, mientras que los sofocos pueden causar sudoración que puede variar de leve a excesiva.
Cabe mencionar que, además de ser un síntoma de cáncer, los sofocos y los sudores pueden aparecer en los sobrevivientes de cáncer.