El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se ha visto envuelto en escándalos de corrupción debido a malas prácticas de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih).
El escándalo salió a luz en la VIII Cumbre de las Américas, celebrada en Lima, Perú, en abril del 2018, cuando Almagro dio a conocer el nombramiento del abogado brasileño Luiz Antonio Guimarães Marrey, como nuevo vocero de la Maccih.
Con esa decisión, que debía ser ratificada por Tegucigalpa, el Secretario General intentó suavizar la denuncia de corrupción que mantiene contra la Maccih su anterior jefe, el peruano Juan Jiménez, quien renunció en febrero de ese mismo año.
Según Jiménez, el secretario general de la OEA asumió un posición pasiva respecto a la crisis política hondureña, a finales del 2017, ante denuncias de fraude en las elecciones generales, en las que resultó reelecto el actual mandatario, Juan Orlando Hernández.
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