El petróleo se disparó más de un 5% en los mercados internacionales después de que Estados Unidos sancionara a las compañías rusas Lukoil y Rosneft. El Brent avanzó hasta superar los $65 dólares por barril, reflejando la preocupación por una posible reducción del suministro global.
Las dos firmas concentran cerca de cinco millones de barriles diarios, casi la mitad de la producción de Rusia y alrededor del 5,5% del total mundial. Las restricciones podrían bloquear parte de las exportaciones hacia China e India, sus principales compradores. En respuesta, la refinería india Reliance anunció que suspenderá sus importaciones para evitar sanciones financieras.
El cambio de postura de Washington representa un giro en la estrategia del presidente Donald Trump, quien días atrás había planeado reunirse con Vladimir Putin. La cita fue cancelada tras un intercambio diplomático tenso entre ambos gobiernos.
A la medida estadounidense se sumaron nuevas sanciones del Reino Unido y la Unión Europea, que incluyen la reducción progresiva de las importaciones de gas ruso y un mayor control sobre los buques que eluden sanciones.
Expertos estiman que, aunque el impacto inmediato ha sido un repunte de precios, Rusia podría recurrir a canales paralelos para sostener su comercio energético.