Salvador Sánchez Cerén utilizó dinero de la Partida Secreta del gobierno del Funes para realizarse un tratamiento médico en Cuba y remunerar a un médico cubano que venía constantemente al país mientras fungió como vicepresidente de la República entre 2009 y 2014.
Asu vez, recibió $250,000 de la Partida Secreta para remodelar la Residencia Oficial de la Vicepresidencia de la República, esto, aparte de $10,000 que el expresidente y prófugo de la justicia, Mauricio Funes le entregaba como sobresueldo.
Esa mismas fuentes señalan que los fondos eran gestionados por el ex gerente Financiero de Casa Presidencial, ahora preso, Francisco Rodríguez Arteaga; y el ex director Ejecutivo de Casa Presidencial, acusado de corrupción, Manuel Ayala.