Polonia, Bulgaria, Finlandia, Países Bajos y Dinamarca han sufrido las repercusiones de haber sancionado a Rusia, luego que este último respondiera cortando el suministro de gas por no querer pagar en la moneda rusa, el rublo.
«Aquellos países que reciben el gas ya están funcionando conforme al nuevo sistema», ha dicho el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, en alusión al protocolo establecido a principios de abril por el presidente ruso, Vladimir Putin, para penalizar a los gobiernos considerados «hostiles», informó la agencia TASS.
El procedimiento establece que los clientes internacionales deben abrir cuentas especiales en el Gazprombank, una para los pagos en divisa extranjera y otra para las conversaciones en rublos, desde la que partiría el abono final a la empresa Gazprom. La Comisión Europea ha concluido que acatar este sistema no implica violar las sanciones de la UE, ya que el pago inicial se realiza en euros o dólares.