Muchas cosas se hacen simplemente por que nacen del corazón y es lo que le sucedio al Diputado Reynaldo Carballo. No hay nada que lo sometiera, ni mucho menos una ley que lo obligara y por eso hemos decidido publicar esta historia contada desde su escritorio y de su propia pluma…
Hace unos días publiqué una imagen con la señora Ángela Quintanilla, ella se dedicaba a la venta de tamales en el Barrio La Cruz, de San Miguel. Fue ahí donde la conocí, hace dos años, ese día decidí comprarle unos tamalitos y converse con ella.
Ahora les comparto unas imágenes de la visita que realice al cantón el volcán, Cacerio El Aceituno de San Miguel, gracias a una persona que se puso en comunicación conmigo, manifestándome que la niña Angelita tiene cáncer y necesita una silla de ruedas para poderla transportar, y que solo pasaba acostada en una hamaca.
Al conocer sobre su enfermedad decidí visitarla, las imágenes hablan más que mil palabras; ella necesita ayuda, como hijo de Dios este día he contribuido a mejorar un poco sus condiciones, ahora ella tiene un medio de transporte, pero sé que no es suficiente.
Niña Angelita me solicitó que les compartiera su caso y enfermedad a través de mi página de Facebook, así más personas se darían cuenta de su necesidad. Ella tiene la fe que más personas de buen corazón le podrán ayudar, me brindó el siguiente número de teléfono: 7213-2709, de un hijo que está con ella, David Quintanilla. Me despedí confiando en que Dios la alentará. Por mi parte, le apoyaré con una cuota mensual que será destinado a aliviar su compra de medicamentos.
Como decía nuestra recordada madre Teresa de Calcuta “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.