Reino Unido arrastra en los últimos meses una escasez de conductores de camiones que se traduce en estanterías vacías en supermercados, provocando la escasez de alimentos.
Pero ahora, según publica Bloomberg, la escasez también se está notando en el sector bancario. Las contrataciones internacionales, en su mayoría de la Unión Europea (UE), representan aproximadamente una quinta parte de los 1,1 millones de personas que trabajan en los servicios financieros del Reino Unido, pero el Brexit hace que sea más difícil y costoso atraer personal extranjero.
Las consecuencias de la salida de la UE se están traduciendo en problemas de convivencia en el Ulster, bloqueo en las negociaciones para un tratado de libre comercio con EEUU, y escasez y desabastecimiento de combustibles y productos frescos por la fuga de trabajadores comunitarios y extracomunitarios ante las trabas crecientes para trabajar en Reino Unido.
La Asociación de Minoristas de Gasolina (PRA, por sus siglas en inglés), que representa el 65% de las 8.380 estaciones de servicio de Gran Bretaña, ha dicho que el 27% de los surtidores estaban secos; el 21% tenía solo un tipo de combustible en stock, mientras el 52% tenía suficiente gasolina y diésel.
La tensión se ha desatado en algunas estaciones de servicio en los últimos días por la falta de combustible.