El régimen de Daniel Ortega le quitó la nacionalidad nicaragüense a 222 ciudadanos que mantenía como presos políticos en la nación centroamericana debido a su oposición a la dictadura, quienes fueron expulsados y enviados a Estados Unidos el pasado jueves.
«Hemos ordenado la pérdida de la nacionalidad nicaragüense a 222 personas que fueron declarados traidores a la patria», detalla la sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua, capital de Nicaragua.
Ahora, las 222 personas convertidas en apátridas, recibirán un permiso humanitario para vivir y trabajar en Estados Unidos durante dos años. Por otra parte, España ha ofrecido la nacionalidad española ante la abrupta decisión del poder judicial nicaragüense.
Actualmente, Ortega funge un quinto mandato presidencial, destacado por la limitación de libertades políticas y por el exilio o encarcelamiento de sus contendientes.