Las autoridades de Bolivia, informaron que en los últimos cinco días, habían recogido un total de 420 cuerpos sin vida en calles, vehículos y viviendas, casi en su totalidad sospechosos de COVID-19.
Los hechos tuvieron lugar entre el 15 y 20 de julio, donde el personal de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), se encargó de realizar el levantamiento legal de los cadáveres, según informó el director nacional de la policía.
La recolección tuvo lugar en la ciudad de La Paz y Santa Cruz, en las zonas cercanas a los hospitales, aumentando las preocupaciones del país sudamericano, que continúa sufriendo por las consecuencias de la pandemia, que ha infectado ya a más de 62 mil personas en su territorio.