El Real Madrid demostró porque es el super campeón de Europa al imponerse a su archirrival Barcelona con marcador de 1-2.
El equipo blanco asaltó la casa del Barça y desde el minuto 50 se puso arriba en el marcador con un autogol de Gerard Piqué, lo que significó un balde de agua fría para los campeones de copa.
A medida el equipo de casa buscó el empate, lo lograría a través de un polémico penal, donde Messi aprovechó la oportunidad para empatar el marcador al minuto 77.
Sin embargo, los goles no llegarían hasta ahí pues Cristiano haría de las suyas y convertía el segundo tanto para poner arriba a los merengues, no obstante, minutos más tarde sería expulsado por doble amarilla.
Consciente los merengues que la baja del portugués podría acabar en tragedía, al minuto 90 Marco Asensio apareció cuando su equipo más lo necesitaba, para sentenciar el definitivo 1-3.