La Fiscalía General de la República presentó las pruebas necesarias para que el caso de la familia Flores-Batres del oriente del país, acusada de lavar más de 12 millones de dólares, pasara a fase de instrucción.
La familia habrían lavado unos $12 millones invertidos en bienes raíces a través de empresas dedicadas a la construcción de lujosas residencias en la zona oriental del país.
El lavado de dinero podría estar ligado a actividades de narcotráfico según la FGR y las propiedades que fueron incautadas están situadas en San Carlos y San Francisco Gotera, Morazán; y en Lolotique, San Miguel.