La extensión del Status de Protección Temporal (TPS), fue decisión del Presidente Donald Trump, y no de una Corte Ferederal de los Estados Unidos, como han desinformado los detractores del Presidente Nayib Bukele.
El Mandatario explicó que a la prórroga de este beneficio migratorio se le puede llamar un quid pro quo, es decir, cambiar una cosa por otra, en el sentido de que una compensación entre su gobierno y el del Presidente Trump, porque El Salvador ha dado muestras claras de atajar la migración.
“Si en el peor de los casos perdiéramos la demanda en octubre del otro año, la administración Trump todavía daría permisos por un año más luego de terminar la demanda. Estaría terminando en octubre de 2021. Serían dos años a partir de ahora. Estamos hablando prácticamente de dos años de beneficios de TPS”, expresó Bukele en conferencia de prensa el pasado lunes.
Es decir que la extensión del TPS no ha sido decisión de una Corte, sino que esa decisión está condicionada a la finalización de algunas demandas judiciales para detener la deportación, ante la finalización anunciada el año pasado.
Sin embargo, los acercamientos del Presidente Bukele para mejora las relaciones con Estados Unidos le valieron la extensión de hasta dos años para que los salvadoreños puedan seguir trabajando sin restricciones migratorias.