La detección temprana del cáncer de pulmón a través de programas de tamizaje es crucial para la lucha contra la enfermedad, esto debido al aumento global de casos, que se prevé crezcan un 60% en las próximas dos décadas, afectando principalmente a países de ingresos bajos y medianos.
Implementar y optimizar los programas de tamizaje o «screening» para el cáncer de pulmón podría ser una estrategia clave para combatir la prevalencia de esta enfermedad y reducir su mortalidad, especialmente considerando que estudios internacionales han mostrado reducciones de hasta el 25 % en la mortalidad por cáncer de pulmón entre poblaciones de alto riesgo.
Estos programas se centran en la detección precoz de lesiones precancerosas en individuos aparentemente sanos pero de alto riesgo, siendo esenciales para prevenir el avance de la enfermedad y aumentar la esperanza de vida.
La detección precoz del cáncer de pulmón con tomografía de bajas dosis ha demostrado reducir significativamente la mortalidad en grupos de alto riesgo, por ello, los screening son fundamentales, especialmente en poblaciones con factores de riesgo modificables como el tabaquismo.