La Presa Hidroeléctrica El Chaparral es un proyecto que, desde el principio, ya estaba considerado demasiado caro, pues pasó de costar 207.8 millones de dólares a más de $759.4 millones en los dos gobiernos del FMLN.
Según evaluaciones realizadas por expertos en la materia el proyecto no debería costar más de 100 millones de dólares, pero las renegociaciones posteriores al inicio de la obra, que arrancó en el gobierno del exmandatario Elías Antonio Saca lo siguieron encareciendo.
Así lo explicó el Presidente Nayib Bukele, quien detalló que durante la administración del expresidente Funes se entregaron más de 100 millones de dólares a la compañía Astaldi para cancelar el proyecto, porque debido fallas técnicas en el diseño original salía mejor abandonar la obra.
Pero más absurdo aún es que el gobierno de Salvador Sánchez Cerén se renegoció la continuidad de la obra y pasó de esa cantidad a costar más de 750 millones de dólares, por lo que este proyecto se ha convertido en un monumento a la corrupción.