El presidente de la Fundación Salvadoreña Para El Desarrollo Económico y Social (FUSADES), Miguel Ángel Simán, afirmó que el impago del servicio de deuda previsional que enfrenta El Salvador no es fruto de la polarización política entre los partidos Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
“El impago no es fruto de una polarización política; si no de la falta de voluntad y compromiso con el futuro del país y sus nuevas generaciones”, escribió en su cuenta de Facebook este viernes.
Entre el 7 y 20 de abril, el Gobierno debió pagar más de 55 millones de dólares en intereses y capital de los Certificados de Inversión Previsional (CIP), sin embargo la Asamblea Legislativa no logró un acuerdo para financiar la partida presupuestaria asignada a esta obligación.
En enero los legisladores salvadoreños aprobaron el Presupuesto General de la Nación 2017 con un monto simbólico de $1 000 para pagar los CIP, a sabiendas de que se necesitaban más de $200 millones.
Las tres principales calificadoras de riesgo -Moody’s Investors Service, Standard & Poor’s (S&P) y Fitch Ratings- han degradado el perfil crediticio de El Salvador por el incumplimiento de este pago, y unánimemente han señalado como responsable a la polarización entre ARENA y el FMLN.
Fitch fue la primera en reaccionar al impago de los CIP. El lunes 10 de abril colocó en “Default Restringido (RD)” a la deuda de largo plazo emitida en el mercado local, y redujo a “CCC” la colocada en los mercados extranjeros. En ese momento, la agencia señaló que el impago de los CIP ocurría en un momento de alta polarización política, “que ha dado lugar a un prolongado período de paralización en el Congreso, ha obstaculizado medidas fiscales significativas para detener el deterioro de las finanzas públicas y ha limitado severamente las opciones de financiamiento del Gobierno”.
Un día más tarde, S&P anunciaba su decisión de reducir a “CCC-“ la calificación del país, misma que ayer se degradó más hasta llegar al “Incumplimiento Selectivo (SD)” porque la Asamblea siguió sin lograr un acuerdo para solventar este impasse.
“El presupuesto del Gobierno para 2017, que se aprobó en los primeros meses de este año, no consideró ninguna asignación para servir la deuda de los CIP, debido en parte a la confrontación política entre el partido gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y la opositora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA)”, señaló S&P, la semana pasada.
El 13 de abril, Moody’s redujo a “Caa1” la calificación para El Salvador y mostró su preocupación por la posibilidad de que el incumplimiento con los CIP se convierta en un impago generalizado de la deuda, precisamente por la polarización política. “Los recientes impagos relacionados a bonos de pensiones indican un mayor riesgo de que la parálisis política en la Asamblea Legislativa lleve a un incumplimiento de pagos en las obligaciones de deuda del Gobierno”, señaló en un comunicado.