El presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Javier Simán, se niega a rendir cuentas a los salvadoreños, luego de que estos hubieran sido delegados para supervisar los fondos que el Presidente Bukele consiguió para reactivar la economía del país que sufrirá las consecuencias del COVID-19 ha dejado.
Los representantes de ANEP renunciaron de su cargo para supervisar la distribución de los fondos luego de que en el Decreto Ejecutivo 24 se estableciera que debían presentar a la sección de probidad la declaración de su patrimonio.
Según explicó el Secretario Jurídico de la Presidencia, Conan Castro, los representantes del sector privado, renunciaron el mismo día que debían tomar la decisión de asignar los 389 millones que entregó el Fondo Monetario Internacional, por lo que esa decisión retrasará aún más al Gobierno, que aún no ha recibido dinero para contener la pandemia.