El presidente de la Asamblea Legislativa, Mario Ponce, aceptó conocer la existencia de plazas fantasma y confirmó que pasó un decreto para que quienes cobran, pero no trabajaban en la Asamblea Legislativa, se fueran con una indemnización de hasta $35 mil.
«Impulsé un decreto de retiro voluntario para que se fueran todos aquellos que no trabajan en la institución o que están demás en la institución», dijo a un reportero de televisión.
Ponce añadió que, a pesar de lo atractivo de la indemnización, solo 14 empleados fantasma se acogieron al decreto, que además incluía la posibilidad de pensionarse.
Tras aceptar que no pudo quitar a todas las personas contratadas por cada fracción, sin que llegaran a trabajar al Congreso, dijo que con la nueva conformación legislativa, a partir del 1 de mayo próximo, sí se podrá hacer la limpieza de las plazas fantasma.