La ONU indicó este martes que Polonia y Bielorrusia le negaron el acceso a la frontera entre los dos países donde Naciones Unidas quería investigar la crisis migratoria.
La vocera del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Liz Throssell, explicó que uno de sus equipos pudo ir a Polonia, pero «sin tener autorización para acceder a la zona fronteriza», mientras que Bielorrusia bloqueó el acceso a todo su territorio.
«Le pedimos a las autoridades de los dos países que autoricen de forma inmediata el acceso a las zonas fronterizas a los representantes humanitarios y de los derechos humanos, a los periodistas, a los abogados y representantes de la sociedad civil», agregó.
Las personas interrogadas describieron condiciones desastrosas en ambos lados de la frontera, sin acceso o con un acceso limitado a comida, agua potable y abrigo», indicó Throssell.
La funcionaria agregó que la mayoría afirmó que fueron golpeados por las fuerzas de seguridad en Bielorrusia y señalaron que éstas los obligaron a cruzar la frontera, dándoles instrucciones de dónde y cuándo pasar, y que les impidieron volver a Minsk.
Los países occidentales acusan a Bielorrusia de orquestar el flujo de miles de migrantes hacia las fronteras de la Unión Europea como represalia por las sanciones impuestas tras las cuestionadas elecciones de 2020. Minsk rechaza estas acusaciones y reprocha a Varsovia de devolver violentamente a migrantes que habían logrado entrar en su territorio.