a Corporación Multi Inversiones (CMI) anunció este martes 30 de mayo que cerrará los 11 restaurantes de la cadena Pollo Campero que tenía en Costa Rica desde hace 20 años, luego de realizar un análisis que la llevó a reenfocar sus negocios en el país.
Esta medida hará que al menos 150 empleados se queden sin trabajo. La compañía aseguró que el cierre de Pollo Campero se llevará a cabo cumpliendo con todas las normas que establece la ley laboral del país.
En un comunicado de prensa, Corporación Multi Inversiones explicó que en sus operaciones en Costa Rica generan más de 1.800 empleos directos.
Anunció también que enfocará sus esfuerzos en potenciar el crecimiento y el desarrollo de las operaciones de la cadena Pollo Granjero, que suma a la fecha más de 100 puntos de venta en el país.
Pollo Granjero es una cadena de locales más pequeños y con precios más accesibles, explicó Álvaro Morales, presidente de la Unidad de Restaurantes Centroamérica de CMI en el comunicado.
«Consideramos que Costa Rica es un país relevante para nosotros y seguiremos creciendo e invirtiendo en su territorio en los próximos años», agregó Morales.
Pollo Campero se suma a una lista de marcas que cerraron operaciones en los últimos tres años. Entre ellas: Wendy’s, Balgement’s y Burger King (posteriormente regresó al mercado).
Wendy’s fue el primero en anunciar su salida de la oferta gastronómica el 8 de enero del 2015 al alegar que la rentabilidad de la cadena no fue la idónea.
«El mercado de comidas rápidas en Costa Rica se ha transformado dramáticamente en los últimos cinco años. Los clientes buscadores de precio se han duplicado y la oferta, si bien ha aumentado, está fragmentada como resultado de incremento superior de la misma», cita un comunicado de prensa enviado por la firma en ese entonces.
Luego, el 24 de enero de ese mismo año, fue Balgement’s quien anunció el cese de operaciones por medio de un documento pegado en las puertas de sus locales. La firma no explicó las razones.
Finalmente Burger King se mantuvo ausente por unos meses del mercado costarricense debido a un desacuerdo entre la franquicia local (BK Costa Rica) y la casa matriz. En ese entonces (octubre del 2015) la firma contaba con 29 puntos de venta.
En junio del 2016, la marca retomó operaciones en el país con un nuevo franquiciado: la Corporación JV de Centroamérica.
A febrero de este año la empresa había invertido $2,5 millones en la apertura de ocho puntos de venta.