En Chicago, Estados Unidos, un policía atacó por la espalda con arma de fuego a un menor de 13 años, dejando a la víctima parcialmente paralizada.
El hecho se dio durante una persecución policial por robo, las autoridades relatan que se le indicó hacer alto al menor que conducía el vehículo, pero que este se bajó y salió huyendo. El agente Noah Ball, disparó al joven porque creía que estaba armado.
Los abogados del menor sostienen que no portaba armas, cosa que los testigos han afirmado y que además, el policía confundió el teléfono celular que sostenía en sus manos con un arma.
Por el momento, el caso seguirá en investigación para esclarecer los hechos.