El 29 de octubre de 2015 el gobierno del FMLN recetó a los salvadoreños un nuevo impuesto que fue cargado al servicio de telecomunicaciones con el 5% percibido en cada factura. De acuerdo a datos que emite periódicamente el Ministerio de Hacienda el gobierno logró recaudar $186.5 millones, sin embargo la crisis de inseguridad continúa.
El cobro de este impuesto inició en diciembre del mismo año. Según las estadísticas, el gobierno percibió entre diciembre de 2015 hasta mayo de 2018 la referida cantidad que fue referida a distintas instituciones que a la larga no lograron terminar con la raíz del problema.
Este es uno de los legados que las malas políticas del FMLN dejarán al país luego de su derrota presidencial.