El representante para Centroamérica de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), Alberto Brunori, aseguró que la penalización del aborto en El Salvador es «escandalosa», ya que es el país de América que impone las condenas más severas.
«En El Salvador no solo se penaliza el aborto voluntario, sino que se criminaliza a las mujeres que tienen un aborto natural extrahospitalario y, en ocasiones, se las llega a imputar el delito de homicidio», aseguró el funcionario.
Lo que diferencia a El Salvador del resto de países, añadió Brunori, es que las mujeres que sufren abortos espontáneos o dan a luz a bebés muertos son sospechosas de haberse sometido a un aborto voluntario y a menudo se las acusa de homicidio, que está penado con hasta 40 años de prisión.
«Cuando una mujer acude al médico porque ha abortado de manera natural impera automáticamente la presunción de culpabilidad en vez de la presunción de inocencia», lamentó el funcionario.