La Asamblea Nacional (o Parlamento) de Venezuela ha decretado abandono del cargo para el presidente Nicolás Maduro. Esto significaría la salida de Maduro del poder y en un plazo de 30 días, los venezolanos deberán elegir a su próximo mandatario.
“Manifestar que la única forma de resolver los graves problemas que aquejan al país es devolver el poder al pueblo de Venezuela y, por lo tanto, convocar a la celebración de elecciones libres y plurales”, señala el acuerdo aprobado con el voto de los 106 parlamentarios opositores.
Según la extensa declaración, «Maduro ha provocado una crisis sin precedentes en Venezuela» y está «al margen de la Constitución» por provocar «devastación económica», «ruptura del orden constitucional» y «violentar los derechos» de los venezolanos.
La crisis política en Venezuela se agudizó a finales de octubre pasado, después de que la justicia penal suspendió la celebración del referendo revocatorio que la oposición pretendía activar para echar a Maduro del palacio de Miraflores. La mayoría parlamentaria rechazó el bloqueo de la consulta electoral y denunció que en el país se instauró una dictadura.
No obstante, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), acusada por la oposición de servir al chavismo al igual que el poder electoral, considera nulas todas las decisiones del Legislativo, al haberlo declarado en desacato por juramentar a tres diputados cuya elección fue suspendida por supuesto fraude. Afirman que la Asamblea Nacional «no tiene facultad para destituir» al presidente Maduro, quien, añadió, está «en ejercicio de sus atribuciones constitucionales».