Durante la Audiencia General celebrada este miércoles en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el Papa Francisco exclamó “¡Las madres no traicionan!”.
Francisco destacó la importancia de la virgen en su camino de madre, pero también sus desvelos. “Desde su primera aparición en la historia evangélica, su figura se presenta como si fuera el personaje de un drama”.
El Papa concluyó: “No somos huérfanos, tenemos una madre en el cielo: la santa Madre de Dios”.