Algunos podrán apoyar al Barcelona o al Real Madrid o al Águila o al Alianza. Algunos podrán ser cristianos o ateos. Apoyar a los políticos nuevos o a los partidos políticos tradicionales. Son cosas que nos hacen diferentes y que no son necesariamente trascendentales. Las opiniones distintas sirven para crear consensos y alcanzar acuerdos.
Me decían ayer que los salvadoreños que nos unían como país eran el mágico González y Monseñor Romero y tienen razón. Son los salvadoreños por excelencia que han sabido hacer que nuestro país sea un foco de atención internacionalmente. Pero, existe un salvadoreño que nos une aún más que ellos.
Es una persona que ha hecho cosas grandes e históricas. Que ha visto muchas cosas y que se he metido en aún mas cosas. Que incomodaba a la política corrupta pero que luego se enamoró de ella. Un hombre, con gran habilidad para hablar y también para tomar lo que no le pertenece.
El hombre que más nos une en un sentimiento común es Mauricio Funes. Un hombre que nació salvadoreño pero morirá como nicaragüense en el acto más cobarde de obstrucción de la justicia que hemos visto en décadas. El hombre nicaragüense que presidió El Salvador es el común denominador de la sociedad civil salvadoreña.
Todos lo queremos ver en la cárcel. Todos los salvadoreños queremos que pague por lo que hizo. La figura de Mauricio Funes es incomparable. No puedo decir que es un nuevo Arnoldo Aleman o Dilma Rousseff. Funes es el nuevo ejemplo de corrupción y cobardía en el mundo.
Ahora es momento de seguir juntos en esta misión para hacerle pagar, para traerlo de vuelta. Sé que como salvadoreños soñamos con este día y estoy seguro que algún día llegaremos a él.
Mauricio Funes debe de entender que los salvadoreños ya nos cansamos de que nos engañen y que no vamos a parar hasta que salde las cuentas con nosotros.
Referencia / https://twitter.com/paolojchica
