Las últimas dos elecciones que hemos tenido en El Salvador no han sido más que golpes al hígado para ARENA y el FMLN. A uno se le destruyó en la elección del 3 de Febrero y al otro lo dejó tambaleando, en shock.
Sigo con mi predicción de pensar que el FMLN no se volverá a levantar y que sencillamente, está liquidado.
ARENA, en cambio tiene una última oportunidad traducida en su elección interna que sucederá este domingo.
Es una última oportunidad con dos caminos a elegir. El primer camino es la oferta de la ARENA histórica, de aquellos areneros que cantan la marcha del partido en voz alta, pero critican y atacan a sus correligionarios en voz baja.
De los areneros que comprenden teóricamente que el signo de más (+) en el escudo de arena significa sumar y multiplicar pero que hacen actos de resta y división. Este camino tiene como líder a alguien que sencillamente no lo es. Por mucho tiempo se jacto de ser un as en la venta de medicinas pero le será imposible encontrar la medicina adecuada para el partido.
Textualmente les digo que personajes como Marcela Villatoro cometieron un error metiéndose en esta carrera con él.
El segundo camino también tiene sus errores pero, empáticamente lo encuentro un poco más viable si se trata de rescatar ARENA como tal.
Muchos pensaron que Manzur representaba un cambio liberal innecesario para el partido, incluyéndome. Claramente se nos calló la boca el domingo pasado cuando expresamente se calificó como defensor de la vida y de la familia.
El domingo 25 de agosto de 2019 los areneros deberán elegir entre un candidato que dice ser la renovación del partido pero que uno de los fundadores hace más de 30 años y entre el primer outsider que al principio generó dudas pero ahora genera esperanza en las bases del partido.
Referencia / https://twitter.com/paolojchica
