La violencia generada por grupos criminales costó a El Salvador un 70 % del crecimiento de su Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos 20 años, según estimaciones del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Durante un evento de la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (AmCham), el representante del CAF, Óscar Avalle, explicó que, en las últimas tres décadas, el país ha enfrentado tres grandes sucesos que afectaron gravemente su desarrollo económico: la guerra civil, la violencia criminal y la pandemia de COVID-19.
De acuerdo con Avalle, entre 1994 y 2022, El Salvador registró más de 116,000 muertes violentas a causa de la criminalidad, lo que representó una pérdida del 70 % del potencial crecimiento del PIB. «El Salvador dejó de crecer un 70 % del PIB, no es que haya caído, sino que dejó de crecer», puntualizó Avalle.
Previamente, la guerra civil entre 1980 y 1992 había costado un 26 % del crecimiento, mientras que la pandemia de COVID-19 provocó un retroceso adicional de 10.5 %. En total, los tres eventos habrían impedido un crecimiento acumulado del 106.5 %.
A pesar de los desafíos históricos que frenaron su crecimiento, El Salvador muestra señales alentadoras en su camino hacia un futuro más próspero. Según el CAF, el país ya se encuentra alcanzando niveles de ingreso medio alto, una posición que abre la puerta a nuevas oportunidades de desarrollo. La mejora en la seguridad, el sostenido flujo de remesas y el creciente interés en diversificar la economía ofrecen bases sólidas para impulsar un crecimiento económico superior al promedio actual del 2 % al 3 %. Con inversiones estratégicas en infraestructura, tecnología, innovación y fortalecimiento del capital humano, El Salvador está en una etapa decisiva para consolidar su transformación y definir el rumbo que quiere seguir en las próximas décadas.