Panamá ha marcado precedente convirtiéndose en el primer país de Centroamérica en prohibir el uso de bolsas de plástico desechable en cualquier tipo de establecimiento comercial. Con la aprobación de la medida, el parlamento de ese país busca reducir en un 20 % el consumo de este material en el país.
«Es un paso en la dirección correcta, pero un paso pequeño. La industria del plástico es extremadamente grande y altamente contaminante y vamos a tener que seguir elaborando más leyes», afirmó el diputado Samir Gozaine a agencias internacionales.
El objetivo de la Ley 492, que aún tiene que ser sancionada por el presidente y reglamentada para poder entrar en vigor, es que los establecimientos reemplacen progresivamente las bolsas de plástico por alternativas menos contaminantes como las bolsas biodegradables, de cartón, de tela o de hilo.
Se estima que las bolsas de polietileno, tardan casi 400 años en descomponerse, mientras que las biodegradables desaparecen en tan solo 25 o 30 años.