En Estados Unidos, Ryan Lawrence se ha declarado culpable del asesinato de su hija de 20 meses que estaba enferma de cáncer.
Lawrence relativamente joven, confesó haber dado muerte a la pequeña, propiciándole golpes en la cabeza con un bate de béisbol.
El confeso asesino relata que al secuestrar a su hija la golpeó hasta causarle la muerte, posteriormente quemó sus restos para después lanzarlos a un pequeño río del condado de Cortland.
Los motivos del asesino se debieron a razones de celos, debido a que la pequeña Maddox nombre de la niña, era especialmente atendida por un cáncer que tenía en uno de sus ojos, y según la parte médica se iba recuperando de la cruenta enfermedad.
El sujeto podría ser condenado este siete de octubre a 25 años de cárcel, o cadena perpetua.