Las carencias en el hospital Nacional Rosales van desde la faltas de medicamentos hasta la deficiente atención médica que reciben los usuarios cada vez que llegan a sus controles; consultas que reciben cada tres, seis o más meses de esperas.
Antonio de 15 años y su mamá de más de 60, están cansados, salieron a las primeras horas del jueves desde Jutiapa, Cabañas, para estar minutos antes de la consulta que tenían programada a las 8:00 de la mañana.
Tuvieron que pagar cerca de 70 dólares para estar a tiempo en la consulta de Neurología, pero el médico que atiende a la mujer no se presentó, por lo que la atendió otro galeno; está situación no le cayó en gracia a la paciente, pero no tuvo otra opción.
«Ni modo ya pagamos 70 dólares y cuesta encontrar quien nos traiga desde Cabañas», exclamó, tras haber esperado seis horas en que la atendiera el otro médico.
Este es una de las historias que se encuentran en los pasillos de los hospitales públicos, pero hay otros aspectos que desconcierta a los pacientes que utilizan el sistema de salud pública.
El área de la consulta externa está deteriorada en su techo, algunas zonas no tienen cielo falso y otras están descuidadas y sucias.
Eso permite que las aves -palomas de Castilla- aniden y hagan sus en necesidades en los pasillos de esa área. Un lugar donde fue evidente la insalubridad en este nosocomio es el lavamanos del baño para las mujeres, estaban con excremento de las palomas; una de las pacientes de la consulta externa dijo que del hospital sale más enferma de lo que llega.
Las sábanas que deben usar para los pacientes ingresados o del área de emergencia son colocados como cortinas ante la falta de puertas en los sanitarios de las mujeres.
Pero la odisea de los pacientes no finaliza ahí. Tienen que esperar por los medicamentos, hacer una fila para que les entreguen los fármacos, los números sobrepasan los 400 y por si fuera poco tiene que hacer otra larga fila para sacar la próxima cita.
A doña Isabel, otra paciente de Neurología le expresaron que en agosto, después de las vacaciones, tiene que llegar a sacar la cita, porque no hay cupo para la próxima consulta y dependiendo de la fecha de la cita tendrá que hacer otra reservación para un examen neurológico que dejó el médico.
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