Un informe elaborado y publicado recientemente por OXFAM señala que las Islas Bermudas, Caimán, Países Bajos, Suiza, Singapur e Irlanda, figuran entre los 15 paraísos fiscales más agresivos del mundo.
En la misma lista y por orden de importancia le siguen: Luxemburgo, Curazao, Hong Kong, Chipre, Las Bahamas, Jersey, Barbados, Mauricio e Islas Vírgenes Británicas.
Además, indica que cuatro de los territorios pertenecientes al Reino Unido están identificados en el documento, que son Islas Caimán, Jersey, Bermudas e Islas Vírgenes Británicas.
El informe denominado “Guerras fiscales”, revela cómo estos paraísos encabezan una carrera a la baja en la tributación empresarial que priva a numerosos países de miles de millones de dólares necesarios para combatir la pobreza y la desigualdad.
En el informe, OXFAM analiza y compara los peores paraísos del mundo ya sea por la aplicación de políticas fiscales más nocivas como, por ejemplo, la de otorgar el 0% en el impuesto de sociedades, incentivos tributarios injustos, así como su falta de compromiso por implementar iniciativas internacionales contra la evasión y elusión fiscal, además de la falta de introducción de medidas para incrementar la transparencia financiera.
El documento resalta que muchos de las naciones incluidas en la lista se han visto implicadas en escándalos fiscales, como es el caso de Irlanda, que acaparó los titulares de la prensa internacional cuando se descubrió un acuerdo fiscal entre el Estado irlandés y la empresa de tecnología Apple, que le había permitido pagar un tipo impositivo efectivo del 0,005% por el impuesto de sociedades en el país.
Asimismo, las Islas Vírgenes Británicas que acogen a más de la mitad de las 200.000 sociedades offshore creadas por Mossack Fonseca, el bufete de abogados en el centro del escándalo de los Papeles de Panamá.
Para Esme Berkhout, asesora sobre políticas fiscales de OXFAM, los paraísos fiscales facilitan que grandes empresas evadan millones de dólares anualmente, cuya práctica limita de ingresos económicos a los Estados.
“Están fomentando un sistema económico peligrosamente desigual que arrebata a millones de personas la posibilidad de aspirar a una vida mejor”, puntualiza Berkhout.
Según OXFAM, la evasión y elusión fiscal por parte de las grandes multinacionales supone para los países pobres dejar de percibir al menos $100,000 millones cada año en impuestos, cantidad suficiente para garantizar el acceso a la educación para los 124 millones de niños y niñas sin escolarizar o servicios sanitarios que podrían evitar la muerte de, al menos, seis millones de niños y niñas cada año.
El informe de la organización no gubernamental indica que la inversión hacia paraísos fiscales en América Latina se ha multiplicado por 7 desde 2001. En El Salvador alcanza el 7% del PIB y crece el doble de rápido que la economía.
El documento también evidencia que los paraísos fiscales son solo una parte del problema, debido a que en muchos países han reducido la tasa de tributación para las grandes empresas con el objetivo de atraer mayores inversiones.
Hace 25 años, el tipo medio del impuesto de sociedades en los países del G20 era del 40%, pero actualmente se sitúa por debajo del 30%.
Cuando se reduce la tributación a las empresas, los gobiernos tratan de equilibrar sus cuentas reduciendo el gasto público o subiendo impuestos como el IVA, que afectan de forma desproporcionada a las personas pobres.
OXFAM hace un llamado a todos los Gobiernos para que trabajen juntos, con el fin de combatir la evasión y elusión fiscal y la carrera a la baja en la tributación empresarial.
Entre las medidas que sugiere están en acabar con los incentivos tributarios injustos y contraproducentes, y coordinarse para fijar unos niveles justos en el impuesto de sociedades, para que sea progresivo y contribuya al bien común.
Además, mejorar la transparencia fiscal y exigir a todas las empresas multinacionales que publiquen informes financieros por cada país en el que operan para, así, esclarecer qué impuestos pagan y dónde los pagan.