El pasado jueves, un tiroteo en un centro de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana de Hamburgo dejó ocho muertos, entre ellos el atacante, indicó la policía.
El agresor, que era un exmiembro de la comunidad, se armó de un revólver y mato a cuatro hombres y dos mujeres, una de ellas embarazada de siete meses y cuyo bebé cuenta como víctima mortal. Ocho personas más resultaron heridas, cuatro de ellas de gravedad.
Luego de los hechos, el atacante, identificado como Philipp F., huyó de la escena y “se suicidó” según indicó el ministro regional de Interior.