Nueve años se han cumplido del fatal accidente en el aeropuerto de Toncontín ubicado en Tegucigalpa, capital de Honduras, donde el vuelo 390 de la aerolínea TACA (actualmente Avianca) se estrelló al salirse la pista de la terminal aérea.
En un principio se informó que el accidente se originó, debido que la pista no cumplía con los requisitos mínimos de longitud para los actuales modelos de las aeronaves, ante ello el presidente de turno en Honduras, Manuel Zelaya, ordenó el cierre de la base aérea al no cumplir con los estándares de seguridad.
Sin embargo, a medida avanzaron las investigaciones, se determinó que el accidente finalmente se dio por un error humano, que provocó la muerte de cinco personas entre ellos el piloto Cesare D’Antonio Mena.
Según los informes oficiales, el piloto no consideró las condiciones climáticas adversas el día del accidente, debido a que llovizna solo le permitió al capitán visualizar dos kilómetros de pista, cuando los estándares de los vuelos comerciales dicen que se necesitan visualizar entre 4 a 5 kilómetros para poder realizar un aterrizaje exitoso.
Tras esclarecerse el accidente finalmente se decidió reabrir el aeropuerto y recuperar su posición de capitalino, además de ampliar la longitud de la pista, capaz de albergar modelos A320, A319, y B737.