El estado de Nueva York declaró este viernes «emergencia por desastre» debido al aumento en el número de casos de COVID-19 y hospitalizaciones por el virus, por lo que el Departamento de Salud del Estado dejará de atender situaciones de salud no esenciales para priorizar a los pacientes infectados con el virus.
La gobernadora Kathy Hochul declaró: «Seguimos viendo señales de advertencia de picos de COVID-19 este invierno, y aunque la nueva variante ómicron aún no se ha detectado en el estado de Nueva York, está llegando».
Desde el mes de agosto, con un leve descenso en octubre, los contagios siguen aumentando. El viernes se registraron 5,785 contagios más.