La nueva variante del coronavirus, ómicron, sigue extendiéndose por el mundo tras 13 casos detectados en Países Bajos, y llevó a Israel a cerrar sus fronteras a los ciudadanos extranjeros.
Con más de cinco millones de fallecidos en todo el mundo desde que se declaró la pandemia en 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró la nueva variante ómicron, detectada esta semana, como «preocupante».
Identificada en Sudáfrica el jueves, muchos países reaccionaron cerrando sus fronteras con las naciones del sur de África. Actualmente no hay información que sugiera que los síntomas asociados a Ómicron sean diferentes de los de otras variantes.
Los primeros contagiados que se detectaron tenían síntomas leves, pero eran estudiantes universitarios, jóvenes que tienden a tener una enfermedad más leve, por lo que la OMS asegura que comprender la gravedad de la nueva variante llevará de días a varias semanas.
Sin embargo, las pruebas preliminares indican que las personas que ya han pasado el COVID-19 podrían volver a contagiarse más fácilmente con Ómicron en comparación con otras variantes de interés, pero todavía hay información muy limitada.