El expresidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano, reconoció que era sabedor de la existencia de plazas fantasmas cuando el presidía el Órgano Legislativo.
Quijano, admitió a su vez que muchas de las plazas pertenecían a personas que residían en Estados Unidos, a pesar de eso, nunca hizo nada por eliminarlas durante su presidencia.
El grupo parlamentario del FMLN, apoyó las plazas fantasmas, pues cuando algunas fueron eliminadas, ellos abogaron para que se «respetaran los derechos laborales», permitiendo que se siguieran pagando miles de dólares a personas que no trabajaron nunca en el Congreso salvadoreño.