Los salvadoreños no deben esperar mejores resultados sobre todo en la economía y el bienestar de la población, tras los cambios hechos y anunciados este lunes por el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, afirmó el analista de temas económicos y especialista en tratados de libre comercio, Rigoberto Monge.
El economista considera que es un “tremendo reto” muy difícil de lograr, porque lamentablemente el tiempo que resta es muy corto, a menos que se establezcan prioridades bien definidas “para darle un poco de oxígeno a la economía del país”.
Para Monge, esas prioridades tienen que ser “lo más cercanas a la gente”, es decir “que tengan que ver con generación de empleo o mejorar las condiciones de la mayor parte de la gente, que sobre todo no se logra incorporar a la actividad económica”.
Otro tema que debe ser prioritario, según el analista económico, es el de los subsidios, porque son los apoyos que en algunos rubros como la energía eléctrica, el gas licuado, el transporte público, entre otros, hay una obligación a cumplir para poder darle certeza y seguridad a los beneficiarios de los programas de subsidios, explicó.
Sin embargo dijo que debe hacerse una mejor y más efectiva coordinación entre la Secretaría Técnica y de Planificación con los ministerios de Economía y de Hacienda, sobre todo con este último que es de dónde tendrán de salir los recursos.
Los otros temas en que se debe trabajar contra reloj, sobre todo de la nueva ministra de Economía, “son la facilitación del comercio, la facilitación del mercado centroamericano, de los tratados de libre comercio, sobre los que yo pensaría que de aquí al término de la presente administración, deberían estar los énfasis por el lado de buscar espacios para poder aprovechar las oportunidades de negocio que estos tratados ofrecen más que abrir nuevos frentes de negociación”, dijo.
De manera que para Monge, que fue ministro de Hacienda, “allí hay un campo bien interesante de montar un programa de tipo coyuntural para poder salirle al paso, de aprovechar los espacios, las preferencias que ya los tratados ofrecen, quizá más que hacer un programa intensivo o de identificar oportunidades de negocios en lo que ya tenemos creo que el mensaje sería: mire dejemos tranquilo los campos de la negociación y dediquemos a esto y a montar la unión aduanera del triángulo norte”.