El Ministro de Seguridad, Rogelio Rivas, confirmó la desarticulación de una banda de traficantes de personas (coyotes), así como el decomiso de 13 armas de fuego y 27 mil dólares en efectivo, además de la confiscación de bienes como ranchos de playas, casas de lujo, vehículos y cuentas bancarias a nombre de los delincuentes que se aprovechan de los migrantes que buscan el llamado sueño americano.
El funcionario fue enfático al afirmar que los criminales solo cuentan con dos caminos: «la cárcel o la muerte».
El operativo se convirtió en un duro golpe a las bandas de «coyotes» que operan en el país, esto como parte de la nueva política de ir en contra de los traficantes de personas y no de los inmigrantes para así disuadir a las personas a migrar forzadamente.
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