Como en los años 80, los militantes de ARENA y FMLN, recurrieron a la violencia y actos vandálicos para «expresar» su descontento en contra del Gobierno, quienes protestaron en defensa de los mal llamados Acuerdos de Paz.
Uno de los incidentes más significativos fue un altercado que se dio en las cercanías de la residencial La Gloria, en el que varios de los manifestantes golpearon salvajemente a un repartidor de gas para impedir su paso.
Asimismo, los marchistas se dedicaron a manchar paredes y dañar la propiedad pública y privada para dejar sus mensajes de odio en contra de las autoridades, a pesar de ello no fueron reprimidos.