La crisis social que afrontan miles de salvadoreños en el país, los ha obligado a migrar en caravanas hacia Estados Unidos, país que ha declarado que no les permitirá la entrada, a pesar de ello, en el trayecto, los migrantes deben cruzar Guatemala y México, siendo este último, una nueva opción para buscar oportunidades, de no poder cruzar a EE.UU, una opción que tomarían antes que retornar a su país de origen.
Las últimas caravanas de centroamericanos, a diferencia de otras caravanas, esta vez encontrarán un nuevo gobierno, el de el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que ha prometido empleos y servicios sociales a los centroamericanos que ingresen de forma ordenada y por los puntos oficiales de la frontera, dos ideas que ligan mal con una multitud que se caracteriza por desbordar fronteras y desconocer garitas, funcionarios y pasaportes.
«Las puertas de México están abiertas para cualquiera que quiera ingresar de forma ordenada (…) pero quien quiera meterse de manera ilegal será deportado”, dijo Tonatiuh Guillén, jefe de Migración de México, quien viajó aceleradamente esta semana a El Salvador y Honduras para coordinarse con sus homólogos, según destaca una publicación de El País.
Caravana:
Si no puedo llegar a Estados Unidos me quedo en México. Cualquier cosa menos seguir en El Salvador”
“Allí hay buena gente y han prometido que habrá bastante trabajohttps://t.co/ikYBvNSsWF— Roberto Cañas (@robertocanas1) 17 de enero de 2019