Mientras se concentra la atención en el mundial, el gobierno de Peña Nieto, anunció la firma de los decretos para modificar los estatutos de las aguas nacionales.
Lo que Peña Nieto autorizó fue la entrega de permisos de extracción de agua y abren la brecha para que un 55% del vital liquido se utilice para fines lucrativos, privatizando de manera directa el manejo del agua en organismos empresariales.
Con esta acción, el gobierno de México, brinda un respaldo a las empresas mineras, petroleras y privatizadoras para aumentar los volumenes de agua que estas exigen a costa de los pueblos indígenas, comunidades rurales y sectores populares urbanos