El expresidente de El Salvador prófugo de la justicia, Mauricio Funes, salió en defensa de los políticos asesinos de inocentes durante el conflicto armado, calificando de «capricho» la advertencia de veto que hizo el Presidente Nayib Bukele.
La razón del veto es simple: las reformas no cumplen con lo requerido mínimo para hacer justicia a las víctimas de la antigua Fuerza Armada y guerrilla, quienes asesinaron a un buen número de salvadoreños, entre ellos el caso de El Mozote, lugar donde en una ocasión Mauricio Funes fingió llorar y «pedir perdón» por los crímenes cometidos durante el conflicto armado.
El presidente de la Asamblea, Mario Ponce, presentó ciertas «reformas» elaboradas a espaldas de las víctimas, organizaciones pro derechos humanos y otros grupos parlamentarios, a excepción de ARENA y FMLN, principales involucrados, junto al PCN, en los crímenes de lesa humanidad.