En el marco del bicentenario, simpatizantes y líderes de los partidos de ARENA y FMLN iniciaron las marchas en contra del Gobierno, dejando desde tempranas horas actos de vandalismo y marchas en San Salvador.
La marcha fue acompañada por mensajes de odio y actos de vandalismo, dañando propiedad privada y pública a su paso.
Además, grupos afines a la oposición se desplazaron desde la Universidad de El Salvador, Plaza Salvador del Mundo y Parque Cuscatlán. Previamente se había conocido que las marchas fueron financiadas por algún sector de la empresa privada.
Pese a que la marcha tenía el objetivo de rechazar la entrada en vigor la ley Bitcoin, el evento se convirtió en un acto político donde diputados del FMLN y ARENA tomaron el protagonismo.