La Cámara Primera de lo Penal ordenó que el magistrado Eduardo Jaime Escalante Díaz guarde «arresto domiciliar» en su vivienda, en la jurisdicción de Santa Tecla, La Libertad.
Escalante Díaz es señalado de tocar los genitales de una niña de diez años, no obstante, la Cámara Primera de lo Penal consideró que, la niña, por llevar ropa, el tocamiento no podía ser considerado delito sino una «falta», razón por la cual no se pudo condenar al magistrado.
La resolución de la Cámara Primera de lo Penal causó indignación en mujeres y madres defensoras de los derechos de las niñas y niños, y marcharon exigiendo que se acuse formalmente a Escalante por tal acto.
El sistema de justicia salvadoreña, a partir de este último caso, se ubica en el peor de América Latina, por defender a los agresores antes que a las víctimas.