Los $10 millones que donó Taiwán entre 2003 y 2004, no eran para El Salvador sino para el partido ARENA, a cambio de su voto en la Naciones Unidas, según lo reveló el diputado Norman Quijano.
Quijano quiso justificar el desvío de los fondos provenientes de Taiwán a destinatarios de ARENA aceptando que el presidente del país en ese entonces, Francisco Flores, vendió su voto en el organismo internacional.
La versión del diputado podría ser un aporte para la investigación de la Fiscalía General de República (FGR) con la cual existe la posibilidad de dar con los verdaderos destinatarios en este caso de corrupción y se han estado ocultando a lo largo de los años.